Crítica // HOLY MOTORS (o una incomprensible concepción de la razón por la que uno se sienta en la butaca de un cine)

holy-motorsVoy al cine a que me cuenten historias; relatos que apelen de manera más o menos inteligente a deseos y terrores incrustados en el alma humana relacionados con conceptos como el amor en todas sus categorías, la familia, la soledad, la muerte, el sinsentido, la justicia, la comunidad humana o la patria; algunas exigen un esfuerzo intelectual para seguir su intrincada lógica temporal o estructural; otras esconden tesoros metafóricos y metarreferencias que descubrir en enriquecidos segundos, terceros y enésimos visionados. Al cine no voy a que pedantes fumados me vomiten sus discursos  pseudoexistenciales planteados con la torpeza del que no es capaz de transformar una idea original en una buena película sino, más bien, de convertirla en bazofia grabada en vídeo. Holy motors es lo que ocurre cuando a un iluminado se le aparecen las musas: en lugar de abrazarse a ellas y mimarlas, les pega una paliza y las viola. ¿A que yo también sé hacer figuras literarias, Leos Carax?

Holy-Motors_9-e1349548658469Pero no todos somos de la misma opinión. William Goss, de la página film.com, asegura que en términos «de pura sensación cinemática», Holy motors es una de las películas «más deliciosamente enigmáticas» que ha visto en bastante tiempo. A Goss le diría que el deleite del enigma tiene sentido cuando este se nos escurre mientras surgen pistas diseminadas a lo largo del metraje que más tarde se traducen en una comprensión satisfactoria del relato (como sucede en muchas pelis de Hitchcok, Nolan, Fincher o Chan-Wook Park) no cuando uno descubre al final que no existe más enigma que el de los nombres y apellidos del imbécil que ha subvencionado la producción de tamaño engendro.

Jordi Batlle Caminal, de La Vanguardia va aún más allá; atentos a la sentencia: «Carax reinventa el cine en cada toma, destierra los clichés, filma con la libertad del demiurgo que no tiene que rendir cuentas a nadie». Hay que joderse. Reinventar el cine para Batlle Caminal debe ser tomar por gilipuertas a los espectadores a los que, en sustitución de una historia, les cuela una reflexión barata defacada en forma de un cúmulo de escenas sin sentido, extralargas e indignantes.

Sr. Batlle Caminal, los clichés los destierran autores como los ya nombrados o como Polanski, Malick, Snyder o Winding Refn jugando con la estructura narrativa de una historia; los bufones como Carax, por contra, destruyen cualquier tipo de lógica porque no hablan un nuevo lenguaje sino que confunden una lengua con un balbuceo idiótico. Libertad para filmar la tienen Eastwood, Spielberg, Gibson, Almodóvar o Haneke; lo de Carax es libertinaje. A no ser que la burda metáfora de un zopenco empalmado (sin ahorrarnos, por cierto, tan asquerosa imagen) poniéndole un burka a Eva Mendes haya que tomarla en serio. De coña.

HOLY1-articleLargePeter Bradshaw, conocido crítico de The guardian, por su parte, aduce que el sentido de Holy motors es hundirnos «en un delicioso baño de sinrazón para crear placer. Y habiéndolo conseguido, su propósito es mediar -caprichosamente, juguetonamente- en el papel/obra que todos hemos de dominar en nuestro viaje-limusina a través de la vida». Lo primero, Bradshaw, es mentira (a no ser que se tenga una enfermedad mental); lo segundo es absurdo e innecesario.

Personalmente, me identifico mucho más con los pareceres de Enrique Rodríguez Marchante (ABC) y Carlos Boyero (El País). Rodríguez Marchante asevera que Holy motors es una de las películas «más ridículamente pretenciosas» que recuerda; «y eso que parte de una idea que podría considerarse original: cada día del hombre es un diverso juego teatral en el que interpreta los más variados papeles». Pero, en opinión del crítico de ABC, Carax es «justo lo contrario que Billy Wilder, el cineasta que podía convertir el excremento (por no decir mierda) en oro».

holy_05cfaCarlos Boyero tampoco se deja llevar por el gafapastismo moderneras que confirma el bajo nivel intelectual de muchos sabios de las estrellitas: «Nada de lo que ocurre en este espantoso film es comprensible para un espectador que no haya perdido las neuronas, aunque también dudo que su autor entienda de que está hablando. Pero alguien nos explicará que se trata de poesía, corrosión y delirio, cositas tan prestigiosas que no precisan la mínima coherencia. […] Es una sucesión de tonterías sin gracia, los caprichos vacuamente surrealistas de un niño consentido e irritante».

No tengo nada más que añadir, excepto que si con el plano final de la familia simia Carax nos está llamando subnormales, por si acaso: ¡tu madre, payaso! Obviamente, mi recomendación es que a nadie se le ocurra gastar un solo minuto en este aborto ¿cinematográfico?

Acerca de davidsimple

Soy un joven valenciano licenciado en Periodismo. Mi pasión por el séptimo arte me ha llevado a comenzar esta aventura en el mundo blog.

Publicado el 26 diciembre, 2012 en EN CARTELERA: CRÍTICAS SIMPLES y etiquetado en , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 9 comentarios.

  1. Carax, tiene mas Carax que Espaldax… parecen los nombres de dos vecinos de Asterix

  2. No he leido peor critica en mi vida de internauta…y son decadas.. La peli es una obra maestra

    • Me alegro de que disfrutaras de ella. Pero debes conceder el derecho a la pataleta a aquellos que la consideramos una basura tramposa y trasnochada. En cuanto a la calidad de la crítica, creo que exageras; pero también puede que tengas razón. De todos modos, gracias por leerla. Un saludo.

  3. Apelas a la soberbia y snobismo del director, al terminar de leer tu critica siento que pecas de lo mismo. La película puede que no sea la mas «entretenida» del año, pero posee varias características que en un suma y resta de variables se podría encasillar como una buena película.

    • En ningún momento menciono la soberbia o el snobismo del autor, pero bueno… Que yo peque de eso no te lo niego, lo hago habitualmente; pero creo que en mi crítica hay más de indignación y cabreo que otra cosa ante lo que considero una tomadura de pelo disfrazada de libertad artística. A ti te gusta la peli? Me parece bien. A mí me dio ganas de vomitar.

  4. Esta película no se merece ni una crítica. Sin duda, debería entrar en las Top 10 de las peores películas de la historia. Pretenciosa hasta decir basta. ¿Cómo se puede hacer algo tan malo con tantos medios?

  5. pues nada , que aun no he visto la de von trier ,asi que preparemos los cuchillos para machacarle

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